Durante el D铆a del Padre, mientras muchas familias celebraban con alegr铆a, otra familia viv铆a una tragedia que termin贸 en muerte. En Santiago de Chile, Yaidy Garnica Carvalino fue asesinada a sangre fr铆a, en un contexto marcado por la intolerancia, la violencia y, seg煤n versiones que circulan, una larga cadena de hostigamientos de car谩cter xenof贸bico.
Hoy, sin embargo, los medios de comunicaci贸n nacional callan.
Y no es la primera vez. La cobertura medi谩tica sobre personas migrantes en Chile ha seguido un patr贸n peligroso: cuando un migrante es agresor, la nacionalidad ocupa el titular. Pero cuando la v铆ctima es migrante, entonces la nacionalidad se omite, se reduce, se borra. Se trata de una narrativa selectiva que construye, d铆a a d铆a, una percepci贸n distorsionada y da帽ina sobre qui茅n merece justicia, compasi贸n o incluso atenci贸n p煤blica.
La muerte de Yaidy no ha ocupado portadas. No ha generado encadenamientos televisivos, ni llamados exigiendo justicia. No se han hecho reportajes ni conexiones en vivo desde el lugar del crimen. No se ha usado su nombre como s铆mbolo de nada. Y sin embargo, su muerte revela tanto: la fragilidad del ser migrante como el profundo desbalance de una cobertura informativa que, cuando no criminaliza, silencia.
驴Es esto una omisi贸n involuntaria, una ceguera editorial, una complicidad sorda? No podemos saberlo con certeza. Pero s铆 sabemos que la omisi贸n sistem谩tica tambi茅n es una forma de violencia. El silencio frente al crimen no solo perpet煤a la impunidad, sino que reafirma la idea de que hay vidas que valen menos que otras.
Yaidy no fue solo v铆ctima de un disparo. Fue v铆ctima del odio y del prejuicio. Exigimos verdad, justicia y memoria. Y tambi茅n exigimos que los medios asuman su responsabilidad: informar con 茅tica, sin sesgos, sin criminalizar ni callar seg煤n nacionalidad. Porque cada silencio como este, es un nuevo disparo contra la dignidad de miles de personas migrantes.
El Inmigrante.
