En lo que marca un giro notable en la dinámica migratoria, el 2023 ha visto un aumento del número de venezolanos que abandona Chile en comparación con los que ingresan al país a través de la frontera terrestre. Después de tres años de un alto flujo migratorio hacia el territorio chileno, los datos actuales sugieren una tendencia inversa.
Gabriela Suárez, activista y miembro de una ONG que brinda apoyo a la movilidad humana en el norte de Chile, destaca que de cada cinco movimientos registrados en la frontera, cuatro corresponden a salidas y solo uno a llegadas. “Son personas que parten con sus maletas, lo que sugiere una partida sin retorno”, comenta Suárez, subrayando la aparente naturaleza definitiva de estos movimientos. Además, señala que esta tendencia se ha intensificado durante los meses de junio, julio y agosto.
Son diversos los factores que podrían explicar este fenómeno. Según Romer Rubio, investigador de las migraciones internacionales, la falta de cumplimiento de las expectativas regulatorias, las ofertas de una mejor calidad de vida en otros países y la creciente estigmatización mediática y política de la migración, han llevado a algunos migrantes a considerar otros destinos e incluso el retorno a Venezuela como una opción viable.
Cabe destacar que, hasta hace poco, los medios de comunicación chileno dedicaban una parte considerable de su cobertura a temas migratorios. Sin embargo, se ha prestado poca atención al cada vez más evidente movimiento de salida.