Mujeres de todo el mundo siguen enfrentando grandes desigualdades en diferentes aspectos de la vida, desde la falta de acceso a la educación y empleo, hasta la discriminación en la política y violencia de género. En el caso de las mujeres migrantes estas son sometidas a una doble desventaja debido a su género y su condición migratoria. Ellas no solo deben enfrentar dificultades propias de ser mujer, sino también la discriminación racial, el miedo a la expulsión, la demora en las visas, la falta de redes de apoyo y la discriminación según su nacionalidad.
Es por eso que se necesita fomentar políticas y prácticas que aborden las barreras que enfrentan las mujeres migrantes para mejorar su calidad de vida. Es fundamental garantizar el acceso a servicios básicos, el empoderamiento económico, el acceso a la justicia, la inclusión social y el reconocimiento de sus derechos humanos fundamentales.
Fomentar la educación y la sensibilización sobre la diversidad cultural y la igualdad de género en la sociedad es muy importante, para crear una mayor conciencia sobre como abordar y generar un debate más informado y comprometido con el objetivo de eliminar barreras para todas las mujeres, independientemente de su origen o estatus migratorio.
En el Día Internacional de la Mujer, rendimos homenaje a las mujeres migrantes y reconocemos su valentía y perseverancia al enfrentar desafíos únicos y doblemente desfavorables, como una forma de honrar su inquebrantable espíritu y contribución a los países de acogida.
